Zitácuaro - Tenencia

Ayuntamiento de Zitácuaro, Michoacán, Administración 2021 - 2024.

 

160032
3
Marzo
2016

Nicolás Romero

  • Parte 2

 

Nicolás Romero

 

Educación

La Tenencia cuenta con 8 escuelas de preescolar, 9 escuelas de primaria, 2 telesecundarias, un tele bachillerato y en ella se localiza el Instituto Tecnológico de Zitácuaro.

Actividades Productivas.

La actividad económica fundamental de la tenencia es la agricultura. Hasta hace tres décadas los principales cultivos eran el maíz y trigo. A partir de los años setenta una importante superficie de la primera y segunda manzana, fueron destinadas al cultivo de aguacate de las especie Fuerte y Jass, Después de una época floreciente, este cultivo disminuyó notablemente; como opción, los productores empezaron a cultivar durazno diamante y paralelamente, manzana, maíz, chile manzano, granada china, cebada y trigo.

Historia.

San Andrés Xilotepec, en el año de 1746, estaba considerado como un barrio de la Villa de Zitácuaro, el cual fue elevado a la categoría de pueblo por disposición del Virrey Marques de Croix, en el año de 1768. En 1765 este pueblo tenía su iglesia de mampostería, pero desprovista de ornamentos y vasos sagrados.

Lugares e Inmuebles de Interés Histórico y Turístico.

El Cerro Cacique

En el territorio de esta tenencia se localiza el Cerro Cacique, también llamado Jilotepec, de gran atractivo ecológico y significativo histórico que prodiga un excelente espacio y ambiente a quienes practican el montañismo.

El Templo

El templo de San Andrés tiene una fachada estilo plateresco, labrada en piedra, aunque simula estar construida con otra técnica: la de mezcla con ladrillo y tabique, sus decoraciones geométricas sobre todo en la base en posta, así lo parecen y en esto estriba lo original y excepcional de esta obra, formada en su parte inferior por el arco del portón de entrada, en la parte media por el capitel que sirve de base a la ventana coral y la parte superior rematada por un frontón triangular. A los lados de la parte superior del arco se localizan dos ornamentos circulares de cantera esculpidos con altorrelieves florales.

Incrustadas en el capitel se localizan tres piedras de obsidiana, símbolo de la divinidad en las culturas prehispánicas, que seguramente no fueron colocadas en un lugar tan preponderante de manera accidental, si no que teniendo en cuenta lo que significaban para los indígenas, los franciscanos la usaron para ejemplificar el misterio de la santísima trinidad.

En la pared posterior del templo se localizan tres piedras redondas, grabadas en su parte central, por adornos fitomorfos en una de ellas, en la otra, se representa una cruz, debajo de ella un ave y un cuadrúpedo que probablemente simbolizan al águila de los Habsburgo y al león de Catilla y León, la tercera piedra carece de adornos.

En la barda del atrio de éste templo también se encuentran piedras grabadas con adornos fitomorfos, vestigios de la antigua barda de la época virreinal.

En el presbiterio encontramos el altar antiguo (usado hasta el año de 1964 cuando la misa se oficiaba por el sacerdote de espalda a los fieles) y el retablo. El primero esta empotrado al segundo y los dos elementos son de cantera. En la parte media del retablo se localizan tres nichos realizados de cantera: el del centro, el más grande, tiene la efigie de San Andrés, patrón del pueblo; el de la izquierda aloja a San José; y en el de la derecha encontramos a la Virgen de la Asunción. En la parte superior, se construyó un nicho de cemento para la imagen de la virgen de Guadalupe.

Como ha sucedido con otras iglesias, en algún momento de su historia, el templo sufrió alteraciones en su diseño original: sus muros, altar y retablo fueron cubiertos con argamaza. Por fortuna, a principios de la década de los ochenta, el sacerdote Juan Martínez dirigió los trabajos que hicieron posible se le devolviera, en parte, la originalidad al templo. Posteriormente se sustituyó el altar de madera que se venía utilizando por uno confeccionado en Tlalpujahua a base de cantera rosa.