Zitácuaro - Tenencia

Ayuntamiento de Zitácuaro, Michoacán, Administración 2021 - 2024.

 

160019
2
Marzo
2016

Curungueo

  • Parte 2

 

Curungueo

 

Actividades Productivas

Agricultura.- Curungueo cuenta con los tres regímenes de la tenencia de la tierra: pequeña propiedad, ejidal y comunal. La ejidal se extiende hacia la parte suroeste de la tenencia con una superficie de 1,451 hectáreas, de ellas 1 085 se destinan a la actividad agrícola, la propiedad comunal cubre el centro y norte de la tenencia con 2,200 hectáreas, de las cuales 1 117 se dedican a la agricultura.

En la tenencia la práctica de la agricultura consiste en la siembra de maíz, frijol, Chícharo, haba, trigo, calabaza, chayote y trébol. También existen importantes superficies sembradas con árboles frutales de durazno, granada, andrina y membrillo; la gladiola se produce en cantidades sobresalientes y se vende principalmente en las ciudades de México y Guadalajara. Como cultivos principales se encuentran el de la guayaba y la zarzamora, los cuales se han ido extendiendo, mientras que el del maíz y el trigo ha disminuido.

En la tenencia se destinan amplias superficies para el cultivo de pastizales destinados a la alimentación de ganado, En lo que es la primera y cuarta manzana (Loma Larga), se encuentran pequeños establos con 5, 8, 12 o hasta 20 cabezas de ganando vacuno.

Comercio.- El territorio de la tenencia es travesado por la carretera México- Morelia. Esta circunstancia ha propiciado que en su trayectoria se genere una incipiente actividad comercial e industrial; de uno y de otro lado de esta vía.

En su territorio, inmediatamente des pues de cruzar el puente de fiero, se localiza el rastro municipal, construido durante la administración del Arq. Roberto Herrera Medina (1978-1980);

Cabecera de la Tenencia y Valle Verde La cabecera de la tenencia es un asentamiento humano que gradualmente va adquiriendo mayores características urbanas. El edificio de la tenencia ha sido remodelado; el poblado tiene calles pavimentadas, servicios de energía eléctrica, agua potable y drenaje son utilizados por casi la totalidad de los moradores.

Existe un edificio público con tres espacios: uno es ocupado por la jefatura de la tenencia, otro por el comisariado ejidal y uno más es utilizado como salón de reuniones. La construcción del inmueble está hecha de concreto.

Aun que la cabecera de la tenencia ha observado un tangible desarrollo, el asentamiento humano más importante de la tenencia de Curungueo es Valle Verde, una especie de colonia que tiene todas las características de un centro urbano. Cuenta con los servicios de luz, drenaje y agua potable; con vialidades: accesos y calles; con tiendas y servicio colectivo de transporte público. A una distancia muy corta de la carretera se localiza la Secundaria Técnica No. 105.


Edificio de la Jefatura de Tenencia de Curungueo

Historia

En la parte norte de la tenencia floreció, durante la época colonial, la hacienda y rancho de Los Carpinteros, cuyos propietarios fueron, en algún momento de su historia, los señores Pedro Baca (1703), Joseph Salazar Baca (1728), integrantes de la familia Baca (1795). Ahí se cultivaba maíz, trigo y haba y se criaban borregos, becerros y potrillos.

Durante la segunda década del siglo XIX en Curungueo existía la hacienda de El Espinal, propiedad del Sr. Joaquín Colín, que comprendía territorios de los parajes que actualmente conocemos como Loma Larga. A su muerte, la propiedad paso a poder de su hijo, el Sr. Enedino Colín Contreras.

En la misma tenencia de Curungueo surgió, en la parte sureste, la hacienda de la Gironda.

De la época de las haciendas se paso a la etapa de la reivindicación social. Después de la Revolución Mexicana, la sociedad se mostraba esperanzada en que sus demandas fueran debidamente satisfechas por los gobiernos posrevolucionarios. La lucha había que darla pero ahora en otro tenor. Los habitantes del actual territorio de Curungueo así lo percibían y así lo hicieron.

Las gestiones para que se fundara el ejido de Curungueo se iniciaron a principios de la década de los treinta. Fueron varias las personas que encabezaron las acciones, pero sería el señor Sotero González quien alcanzaría el objetivo del reparto agrario a costa de la hacienda de El Espinal.

Este hecho acontece en el año de 1935, después de superar todas las vicisitudes propias de un proceso tan traumático como lo fue la repartición de tierra.

Don Enedino, en su calidad de propietario de la hacienda, peleo legalmente para impedir el reparto de sus tierras. Las negociaciones con el Sr. Sotero González fueron intensa, pero poco favorables para el propietario de la hacienda.
La siguiente anécdota nos ilustra la intensidad de la lucha. En alguna oficina agraria de la ciudad de México, donde se desahogaban los asuntos del reparto de tierras, se encontraron los señores Enedino y Sotero, quienes sostuvieron este dialogo:

  • Don Enedino: Mira Sotero, ya no me eches pleito, te doy lo que quieras.
  • Sr. Sotero: No Don Enedino, yo no le puedo fallar a mi gente
  • Don Enedino: Yo te voy a pelear hasta que se me acabe el último hilo de mi chaqueta.
  • Sr. Sotero: Pues yo también, Don Enedino, no dejare de pelear hasta que se acabe la última correa de mi huarache.

Como el reparto agrario era una política del Estado mexicano, Don Enedino no pudo hacer nada por defender sus intereses, y finalmente, tuvo que ceder a las pretensiones de los agraristas de Curungueo.